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SHIATSU Y EMBARAZO

 

Al quedarse embarazada una mujer comienza un proceso de cambio que dura alrededor de 2 años, cambios físicos, emocionales y cognitivos. Es un proceso que comienza y termina gradualmente.

 

 

Primer trimestre

 

Es la fase más dura del proceso, durante estos meses la mujer gasta una cantidad de energía exagerada, sus órganos funcionan al máximo de su capacidad para el desarrollo del embrión. Aunque parece que no ‘pasa nada’ es un momento de mucha actividad interna, por eso es muy importante escucharse, hacer caso a lo que el cuerpo dice, comer bien y abundante,  dormir mucho , descansar bien y parar cuando el cuerpo lo pida.

Durante esta fase el terapeuta puede trabajar a nivel físico aunque lo que más puede aportar es el acompañamiento en la toma de conciencia del momento presente:  que la mujer se escuche y se haga caso.

 

En el segundo trimestre

 

Se forman los sistemas del bebé. Hay una parada en la actividad de la mujer. Pasan los miedos, no hay tanta sensación de cansancio, se pasa a sentir un gran poder y tener mucho carácter que tiene que ver con defender a la cría. Una mujer embarazada a partir del 4to mes de embarazo es alguien muy poderoso. Por lo general se tiene las cosas claras y se hace evidente que el cuerpo sabe.

En esta fase crece el cuerpo y se hace notorio el embarazo. Crece el abdomen, el pecho , aumentan de tamaño y se tensan los músculos de la espalda, cuello y la mandíbula. La pelvis se curva y se ensancha, se utilizan las articulaciones del sacro que nunca antes se habían usado. La circulación de la sangre se hace mas lenta y aumenta el torrente sanguíneo.  

Este peso lleva a cambios estructurales por tanto el trabajo del terapeuta a nivel físico durante esta etapa es muy conveniente y adecuado.

 

El tercer trimestre

 

Es la fase en la que el bebé madura y se acaba de desarrollar.

Al finalizar el sexto mes la mujer ya no se conoce, puede ser muy bonito pero a veces puede generar una especie de depresión-pánico, apareciendo nuevos miedos (referentes a la auto-imagen).  

Con shiatsu podemos ayudar a que no se aumente tanto de peso, que no se hinche en demasía, a no retener tanto líquido, ayudar a la circulación en las piernas y a que no se entre en obsesiones o manías.

Cuando se acerca el parto pueden pasar varias cosas : miedo al parto, todo lo contrario o ganas de que se acabe todo ya... el acompañamiento con shiatsu ayuda a estar en el presente. Puede ayudar a prepararse y a comenzar el trabajo de parto.

 

Postparto

 

Durante esta fase la madre atraviesa nuevos cambios fisiológicos y emocionales. El cuerpo vuelve a colocarse,  los órganos vuelven a su tamaño normal,   cambios en los hábitos de descanso y adaptación a la nueva vida. Con shiatsu acompañamos en el proceso de re-colocación estructural-postural y emocional.

 

 

 

 

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